Domingo 01 de Septiembre de 2019
Cada generación tiene sus preferencias a la hora de festejar la unión con su pareja. Y en el caso de los veinteañeros o treintañeros, apuntan los que organizan eventos, la importancia de la fiesta vino a reemplazar el precepto del matrimonio. Así, la ceremonia en la iglesia, el vestido blanco y la familia cambiaron por un festejo más informal, con amigos y mucho baile.
Según Adrián Pavía, “se terminó eso de sentarse a comer entrada, plato principal y postre. Todo va hacia grandes recepciones, con un buen DJ y barra de tragos. Perdió importancia la comida, es importante la bebida y la música. Es como si estuvieras en un boliche”, comparó.
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